Hoy en Emprende tu negocio conocemos a Javier Wasserman, cofundador de EntrenaYa, la primera plataforma web y móvil dedicada exclusivamente a la promoción y difusión de actividades en gimnasios. Javier nos cuenta su experiencia como emprendedor, los inicios de EntrenaYa y el proceso de crecimiento que ha llevado a esta empresa de origen argentino hasta Chile, Colombia, México y Perú. Un proceso que no ha caído del cielo sino que es fruto de mucho y trabajo y esfuerzo tal y como nos cuenta en esta entrevista.

E.L: ¿Cómo funciona EntrenaYa?

J.W: EntrenaYa hoy funciona como el principal canal que utiliza la gente para descubrir actividades y también conocer centros que estén dando esas actividades. Hoy sabemos que para cualquier proceso de compra primero hay una averiguación exhaustiva, nos vamos a internet para conocer el mejor servicio al mejor precio. Entonces EntrenaYa siempre aparece para que puedas buscar y navegar cerca de tu casa o el trabajo, encuentres actividades que te parezcan cómodas y quieras probarlo. Y ahí tienes una muy buena oferta para que te animes y empieces.

E.L: ¿Cómo surge la idea de crear este proyecto?

J.W: Fue hace seis años con mi socio y amigo Nicolás. Habíamos visto que estaba pasando algo muy interesante en Brasil con una startup que se llamaba Gympass. Gympass hoy en día es una empresa de más de 500 empleados y está en casi todos los continentes, ellos estaban democratizando un poco el acceso a establecimientos y esos vendían planes de acceso por día o por clase a una serie de gimnasios. Esto nos parecía interesante y algo distinto y quisimos traerlo a primero a Argentina donde vivimos.

E.L: ¿Cuál es el modelo de negocio en EntrenaYa?

J.W: Para los gimnasios es totalmente gratuito participar. Nosotros tratamos de vender sus paquetes de clases y planes mensuales y trimestrales solo para clientes nuevos con un muy buen descuento, para aquellos que se animen a empezar y solamente sobre las ventas nosotros comisionamos. Si no les llevamos personas con los planes mensuales no tenemos ganancias, vamos a resultados. Esto nos ha permitido llegar a casi todos los establecimientos casi sin fricción ya que es una publicidad que no tiene costo ni tiene inversión previa.

E.L: Estáis en varios países, ¿cómo ha sido este proceso de internacionalización?

J.W: Tuvimos la suerte en el 2014 de ser elegidos por "500 Startups", que tenían en marcha un proceso de aceleración en México. Estuvimos 6 meses en México aprendiendo sobre nuestro negocio, sabiendo dónde mirar, qué analizar y en un proceso de crecimiento y aprendizaje gigante. Ahí tuvimos la suerte de desembarcar en México y aprender un poquito cómo se manejan allí. Después tuvimos también la suerte de ingresar en "Start-up Chile", cuando digo suerte fue mucho trabajo en realidad, para todas las aplicaciones, entrevistas, todo fue en realidad mucho trabajo. Cuando fuimos a Chile tuvimos también la suerte de dejarlo funcionando allí.

E.L: ¿Cuál ha sido la principal dificultad que os habéis encontrado a la hora de desarrollar el proyecto?

J.W: Principalmente tener una idea e insistir mucho sobre ella cuando el mercado te dice que no funciona. Tener la capacidad de moverse rápido. En México aprendimos cuando pensamos que la idea de Brasil iba a funcionar perfectamente bien en Buenos Aires y cuando vimos que no funcionaba. Cambiamos un poquito lo que estábamos vendiendo, dejamos de vender un paquete de clases y empezamos a vender un mensual con un muy buen descuento. Finalmente vimos que efectivamente la gente lo pensaba en términos de meses y que les atraía mucho la parte del descuento, como un beneficio, como si le estuvieran sacando ventaja al establecimiento y lo empezamos a replicar.

No encasillarse con la idea que uno tiene al principio sino tener la capacidad de ver las variables y los números como para ir dándole la vuelta al negocio y un poco tratar de dar un servicio que el mercado esté buscando. Siempre sin tratar de salirse mucho de lo que al principio buscaba, tratar de adaptarse a lo que no está funcionando.

E.L: Personalmente, ¿cómo has vivido todos estos cambios tan rápidos que se producen al formar parte de una startup?

J.W: Al principio creo que, si miro para atrás, le dediqué mucho mucho más tiempo de lo que hubiera pensado. Pero estaba haciendo algo que ya lo sentía propio y al principio ya se empezaron a ver resultados, empezamos a contagiar el entusiasmo en otra gente entonces eso te sostiene un poco. Al principio no se ve nada nada de dinero, gracias que tenía unos ahorros y algún trabajo freelance como para sostenerlo, estuve como dos años sin sacar nada de dinero para nuestras vidas. Entonces esto fue duro pero lo vivimos con mucho entusiasmo. Por suerte teníamos esa capacidad de ahorro que nos pudo sostener.

También ser paciente, hay etapas como de meseta. Hoy, tras cinco años, ya somos varias familias las que vivimos de EntrenaYa. Hemos pasado por distintas etapas, al principio fue como de mucha excitación al ver que la cosa funcionaba, después momentos de empezar a formalizar todo de la parte de los empleados, ves que hay cosas difíciles pero luego vas viendo que todo se va resolviendo.

Saber mirar a futuro, saber tener visión sobre el negocio y también aprender a diferenciar qué cosas son importantes hacer y que otras pueden esperar y eso también es una recomendación. Saber a qué le dedicamos tiempo, qué tiene impacto y qué no lo tiene, ser ordenado. En general somos organizaciones relativamente chicas con capital reducido y hay que saber optimizar mucho el tiempo, ahí fue como que aprendí mucho a trabajar con esto.

E.L: ¿Cómo es un día normal para ti?

J.W: En general dedicamos muchas horas dentro de la oficina, todavía hay muchas tareas operativas que son difíciles de automatizar y delegar. Llego bastante temprano a la oficina, soy de aprovechar bastante la mañana, estamos con el equipo tratando de tener una o dos reuniones semanales aunque sean de diez minutos y poder conectarnos desde lo humano y también desde las tareas que nos tocan en conjunto. Después trato de concentrarme mucho, trato de meterme en una burbuja y saber concentrarme por lapsos de 90 minutos. Un par de lapsos de 90 minutos  bien concentrado creo que son super óptimos y trato de aprovechar el tiempo optimizarlo y no perder tiempo en cosas que no generan impacto. Y si que es importante, después de estar tanto tiempo sentado y con tantas cosas en la cabeza, saber encontrar alguna actividad que te baje los pies a la tierra y que relaje un poco la cabeza, tomar conciencia de que no es todo tampoco el trabajo.

E.L: ¿Siempre supiste que querías abrir tu propio negocio?

J.W: No, no lo sabía, lo que si sabía es que no tenía un perfil corporativo, no me veía yendo a trabajar para otros vestido de una manera incómoda. En mi casa mi mamá es arquitecta y siempre trabajó por su cuenta, yo siempre la vi trabajando en la casa con sus horarios, trabajando hasta cualquier hora. Debe ser que algo de todo eso me dejó impregnado y entonces al principio, cuando trabajé en varias empresas como desarrollador, mirando hacia atrás me doy cuenta de que me costaba bastante ir, sostener la concentración, no estaba como muy contento. Cuando me di cuenta de que podía trabajar freelance, esa fue mi primera experiencia como empresa, solo fue un juego, apareció un cliente, le hice un desarrollo y después siguieron. Es muy distinto a lo de haber armado EntrenaYa, que ya fue una mirada distinta, poniendo un ladrillo encima del otro, sabiendo construir algo que perdure en el tiempo. La verdad que no sabía que iba a pasar todo esto pero puedo unir los puntos hacia atrás y veo más o menos lo que me decía la intuición, creo que no me equivoqué.

E.L: ¿Qué consejo le darías a quienes están pensando en abrir su propio negocio?

J.W: Pienso que es muy importante con quién te juntas para hacerlo, socios que tengan capacidades que realmente vos no tenés. Mi socio Nico es desarrollador y yo también tenía un perfil desarrollador, lo cual me obligó a mi a armarme de un perfil más comercial y más de marketing, que un poquito lo tenía pero me dediqué más a eso. En general creo que está bueno encontrar socios que hagan muy bien otras cosas que vos no sabés hacer. Está bueno encontrar gente o inversores al principio que quizá puedan poner una moneda y quizá puedan asumir un riesgo. Me di cuenta que son muy importantes las skills de comunicación, hay que tener realmente capacidad para comunicar lo que uno quiere hacer y contagiar como esa energía. No es el cómo sino que es el qué. Saber contagiar esa visión, creo que eso está bueno, siempre tiene que haber un buen charlatán entre los socios, ese que siempre sabe hablar con las mujeres, ese es bueno para hablar y contagiar a otras personas sobre tu negocio.

Si no haces un negocio multimillonario no pasa nada. Me parece que a veces le ponemos demasiadas expectativas y queremos armar el próximo Uber o el próximo AirBnb o el próximo Paypal, y me parece que son muy pocas las que logran conseguir eso. Creo que si logras armar una empresa que tenga los valores humano con los que vivís y hacés algo que te gusta y generas el impacto con el que estás satisfecho y puedes vivir de eso, está bueno. A mi me pasa eso y creo que hay que saber estar satisfecho y agradecido.